Juan era un tipo normal de unos 35 años, tenía una barba afeitada, sus cabellos eran negros y su piel tostada, sus ojos eran castaños. Era pequeño y delgado. Siempre lo veía en el tren de las 6. Nada me sorprendió ese día encontrarme con él.
Eran las seis y diez, el tren iba rumbo a Sevilla, en la radio tocaban una canción que yo no conocía y el tren iba lleno. En un instante Juan se paro y me extraño porque él no debía bajarse aun. Luego se reviso los bolcillos y saco una pistola su rostro cambio no era el mismo de antes, tenía cara de loco. Comenzó a disparar, en total escuche 9 disparos. Habían muchas personas en el suelo sangrando o gritando, algunos ayudaban a los heridos pero nadie increpaba al asesino.
Juan se bajo del tren las puertas se cerraron y respire más tranquila, escuché un último disparo. Estaba atónita quede inmóvil hasta llegar a mi estación y recién cuando me baje di un hondo respiro, todo había terminado.
en este relato se ve reflejado el mundo realista, ya que todo lo que allí ocurre podría haber pasado, podría estar pasando o podría pasar. ademas el texto posee detalles específicos y minuciosos lo que le da mas realidad al relato. y aunque ocurra algo sorprendente no esta alejado de la realidad de varios países
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